viernes, 14 de diciembre de 2012

Extra! Extra!


Dicen que soy una egoísta y egocéntrica, y quizás lo sea. Dicen que soy fría y sin sentimientos hacia los demás, y quizás tengan razón. Y saben qué? Me importa lo mismo que una montaña de barro lo que los demás piensen, yo soy lo que quiero ser y lo que me sale ser, ok? Así que métanse sus preguntas donde más les guste y dejen de hablarme. Si quiero decirles algo, se los voy a decir porque voy a creer que merecen saberlo; si no les digo nada, es sencillamente porque no quiero que lo sepan para que no opinen sobre mis acciones y determinaciones. Creo (no en el sentido de posibilidad, sino en el sentido que lo usan los religiosos: “creo en tal deidad”) que en cierta manera, el hecho de que otras personas sepan lo que digo o hago, condiciona lo que diga o haga en el futuro sobre ese tema. Iba a dar un ejemplo, pero terminaría dando nombres o haciendo alusiones totalmente innecesarias que solamente servirían para acusar personas, y lo que menos necesito es gente recriminándome cosas que originalmente no deberían incumbirle.

El ejemplo que hoy traigo a colación es el relacionado con mi trabajo. Hay personas con las que compartí la noticia, porque sencillamente tuve ganas de compartírsela; un mensaje por un lado, una llamada por otro, chat por el de más allá… Y punto, esas son las personas con las que quise compartir que había quedado seleccionada para un trabajo. Punto, otra vez. Soy consciente que, eventualmente, todos se iban a terminar enterando de que alguien decidió contratarme; pero en ese preciso momento en el que me enteré de la noticia, elegí algunas personas para que lo sepan y nadie más.
Ahora, la pregunta es “por qué esa gente y no otros?”… Honestamente, no lo sé. Es lo que me nació en el momento, ni siquiera lo pensé y lo hice. Te hace menos importante que no te lo haya dicho en el momento? No. Debería importarte que se lo dije a otros antes que a vos? Eso ya no depende de mí, que cada persona se arregle con su propia conciencia.

En fin, si querés enterarte de mis cosas, enterate como tengas ganas de enterarte… Pero después no esperes que ponga mala cara o conteste no del todo amigablemente si te enteraste por tu propia cuenta cuando yo no te lo dije. Eventualmente, todo el mundo iba a saber que tengo trabajo, la diferencia es cómo el mundo se entera de que lo tengo y cómo yo me entero que el mundo sabe de mi situación.