No sé si vas a
leer esto, no sé siquiera si te interesa leer algo como esto; pero yo lo
escribo igual, porque es lo que siento, y espero que lo entiendas.
Así como a veces
cometo el error de desaparecer, vos desapareciste sin dejar rastro. No te
culpo, todos somos libres de decidir qué hacer y con quiénes juntarnos. Y tampoco
pretendo hacerte volver, solamente quiero que sepas algo: nunca lo digo, no sé
por qué pero no me sale decirlo, y de alguna manera que no es la que todo el
mundo imagina, creo que te amo. Y no, otra vez, no es una carta de amor, una
declaración, ni mucho menos un escrito por despecho; es sencillamente que hoy
durante todo el día quise expresarte lo que siento por vos y no pude,
justamente porque no encuentro los medios para decírtelo.
Porque te
extraño, porque sos todo, porque me falta ese mensajito en mi inicio cuando llego
a casa y prendo la computadora, porque quiero decirte cosas que no tengo manera
de decírtelas porque no sé cómo encontrarte. Y en caso de que te haya quedado
alguna duda de que te estoy hablando a vos: ayer ordené y le encontré un nuevo
lugar a Deformita y ya le encontraré otro al Dinocornio. Exactamente a vos, que
me regalaste esas boludeces que ahora se me hacen tan importantes, a vos te
hablo. Te amo y te extraño, ojalá volvamos a hablar como siempre.
Y como siempre
digo: perdón por ser como soy, juro que intento mejorar todos los días para no
volver a perderte.