domingo, 26 de mayo de 2013

Incomunicación

No sé si vas a leer esto, no sé siquiera si te interesa leer algo como esto; pero yo lo escribo igual, porque es lo que siento, y espero que lo entiendas.

Así como a veces cometo el error de desaparecer, vos desapareciste sin dejar rastro. No te culpo, todos somos libres de decidir qué hacer y con quiénes juntarnos. Y tampoco pretendo hacerte volver, solamente quiero que sepas algo: nunca lo digo, no sé por qué pero no me sale decirlo, y de alguna manera que no es la que todo el mundo imagina, creo que te amo. Y no, otra vez, no es una carta de amor, una declaración, ni mucho menos un escrito por despecho; es sencillamente que hoy durante todo el día quise expresarte lo que siento por vos y no pude, justamente porque no encuentro los medios para decírtelo.
Porque te extraño, porque sos todo, porque me falta ese mensajito en mi inicio cuando llego a casa y prendo la computadora, porque quiero decirte cosas que no tengo manera de decírtelas porque no sé cómo encontrarte. Y en caso de que te haya quedado alguna duda de que te estoy hablando a vos: ayer ordené y le encontré un nuevo lugar a Deformita y ya le encontraré otro al Dinocornio. Exactamente a vos, que me regalaste esas boludeces que ahora se me hacen tan importantes, a vos te hablo. Te amo y te extraño, ojalá volvamos a hablar como siempre.

Y como siempre digo: perdón por ser como soy, juro que intento mejorar todos los días para no volver a perderte.