domingo, 8 de diciembre de 2013

Hopeless

Que uno fue elegido abanderado, que el otro hace tareas comunitarias, que al del cumpleaños le regalan un PlayStation, que la otra se egresó perfecta y hermosa, que el otro tiene buenas notas y solamente tiene que dar finales para terminar el año… Y yo? Y yo trabajo todo el día para ganar un sueldo que hoy me enteré que no es bueno y no me alcanza para llegar a lo que quiero. Alguna vez me gustaría ser la que reciba un buen comentario, a que la feliciten porque hizo algo bien, la que logre algo en la vida. Pero no, se ve que no me toca a mí ser esa persona.

Sé que es repetitivo lo que digo, y lo que escribo, pero es que todo esto es repetitivo: el proceso de que alguien día algo bueno sobre otra persona, darme cuenta que no estoy haciendo nada para mejorar la mierda que soy, ver los sitios de internet donde es posible que haga algo para mejorar, ver los horarios y/o los precios de los cursos, intentar acomodarlos con los horarios de trabajo, y ver que es físicamente imposible estar en dos lugares a la vez. De ahí a la depresión hay un microsegundo que pasa rapidísimo y me hace ese nudo del que hablaba la otra vez. Ahora, a seguir viviendo, tirando y aflojando el nudo, pero viviendo al fin.

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