Como para
contextualizar: Farsantes es una novela de la tele, Guillermo y Pedro son los
dos personajes principales que están encarando una “historia de amor” con
conflictos, y el conjunto de los dos nombres es lo que las shippers (fanáticas
de su historia) inventaron para hablar de la pareja. Ahora, a lo importante.
Toda la idea de
este escrito viene de otro escrito (que pueden leer en http://esteesmiladobponele.blogspot.com.ar/2013/09/quiero-hablarles-de-algo-un-poco.html)
basado en hechos de la novela (que se puede ver acá el video de la escena: http://www.eltrecetv.com.ar/farsantes/guillermo-y-pedro-se-besaron-por-primera-vez_063576).
Suena complicado pero no, es bastante sencillo. Si ven las escenas (sobre todo
en episodios anteriores), van a ver lo difícil que le resulta a Pedro (Benjamín
Vicuña) avanzarle a Guillermo (Julio Chávez), porque es un hombre heterosexual,
casado con una mujer que está esperando un hijo suyo; cómo puede ser que le
pasen cosas con un hombre? Pedro no entiende qué le pasa, y obviamente, me
llegó. Mucho.
Ya todos saben (y
si no lo sabés, te estás enterando) que me atraen tanto chicas como chicos,
pero obviamente que no siempre fue así: hubo una época en la que no entendía ni
media situación lo que me estaba pasando. No voy a poner nombres, aunque a esta
altura ya es irrelevante no creo que sea importante, pero mi mayor pensamiento
era “che, qué mina linda. Y escucha tal banda, y se viste así y asá. Qué onda
que no la puedo dejar de mirar? Basta nena, cortala, que te va a ver y después
va a hablar”, y así. De hecho, finalmente esta chica terminó hablando de mí a
mis espaldas, acusándome de torta (gay) frente al resto de la gente del curso
(lo que fue una de las tantas razones para irme de ahí), para terminar encontrándola
en la Marcha del Orgullo de hace unos años. En fin, dejando de lado la anécdota
de “la primera”, la siguiente tampoco corrió buena suerte: una mina que jugaba
con las personas, que me agarraba de la mano y me decía cosas lindas, para
nunca jamás darme un beso o decirme “mirá, me pasa tal cosa” o no conmigo. No fueron
experiencias muy lindas que digamos; agradezco al ambiente en el que me incluí,
donde la homosexualidad era moneda corriente y nadie discriminaba a nadie por
ser como era ni por gustarle lo que le gustara. Finalmente, varios años después
del inicio de todo, una amiga se ofreció (o fue mutuo acuerdo, para el caso es
lo mismo) a darme mi primer beso homosexual; la razón fue “mejor que lo hagas con alguien conocido
y que te cae bien, a llegar a la desesperación y frustración de irte a
cualquier lado y buscar alguien con tal de saber lo que es”. No era una mala
idea, debo admitirlo. Pero, era necesario llegar a eso?
Habiendo hecho la
introducción, la novela y mi vida se juntan en que Pedro tuvo a su Guillermo,
alguien experimentado y de buen corazón, que no lo obligó ni apuró a nada, no lo
discriminó por gustarle alguien del mismo sexo; yo no tuve a nadie a mi favor y
tuve mucha gente en contra, me dijeron de todo y a la vez nada, porque el calla
otorga, y lo que otorgaban era desprecio. No tuve una mano amiga que me dijera “es
normal mami, no te preocupes porque así es como sos y no tenés porqué seguir a
la corriente”, no creía que fuera lo suficientemente normal que me pase eso
como para decirlo abiertamente, pensaba que estaba mal ser así y no hacer nada
al respecto, esperar a que vengan a buscarme en vez de ir y decirle a esa chica
lo que me pasaba. Tuve que esperar: esperar a encontrar un grupo que me
entendiera, esperar a que mi familia hablase primero en secreto de “mis
orientaciones” y después me dijera que tenía “problemas de personalidad” por lo
que me pasaba, esperar a que una amiga me propusiera probar un beso con ella,
esperar… Siempre esperar a los demás.
Y en el episodio
de hoy, el casado confiesa haberse enamorado de otra persona (“me enamoré, y se
llama Guillermo”, y el nudo en el estómago se hizo apretadísimo), pero esa otra
persona no le da cabida, y lo entiendo perfectamente: tener
un “crush” con una persona estando con otra. Lo entiendo, lo pasé, y es una
mierda. Recordar es una mierda, saberme de una manera y que no me acepten es
una mierda, querer hacer algo y no animarme es una mierda, sufrir las
consecuencias de mis actos es una mierda. No quiero más, quiero tener una vida
lo más normal posible y no identificarme con las partes malas de las novelas,
los libros o las películas.
Fuerza Pedro,
todos pasamos ese momento de confusión. Alegrate de tener a tu Guillermo, yo no
lo tuve.
"No te olvides de mí", por la misma persona de la primera entrada del blog https://word.office.live.com/wv/WordView.aspx?FBsrc=https%3A%2F%2Fwww.facebook.com%2Fdownload%2Ffile_preview.php%3Fid%3D160039020863798%26time%3D1378350684%26metadata&access_token=1393028192%3AAVLOYpFHrUX4bS87naukWM73vPpiSajMhFvZm-7nxvBQTg&title=no+te+olvides+de+mi.rtf
"No te olvides de mí", por la misma persona de la primera entrada del blog https://word.office.live.com/wv/WordView.aspx?FBsrc=https%3A%2F%2Fwww.facebook.com%2Fdownload%2Ffile_preview.php%3Fid%3D160039020863798%26time%3D1378350684%26metadata&access_token=1393028192%3AAVLOYpFHrUX4bS87naukWM73vPpiSajMhFvZm-7nxvBQTg&title=no+te+olvides+de+mi.rtf
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