“- No te olvides de mí - No me voy a olvidar - Sé feliz”… Farsantes, una vez más. Guillermo pidiéndole a Pedro que no lo olvide, después de decirle que no quiere verlo más y darle un abrazo que se sintió más allá de la pantalla.
Ahora, Pedro enganchadísimo, Guillermo distante y que se aleja, y la relación que se va a la mierda. Y yo soy Pedro, o por lo menos lo fui durante algún tiempo: enamorada (bah, "crusheada", que es aún peor) de alguien del mismo sexo, confundida sobre lo que mierda estaba pasando, viéndola casi todos los días, hablando, hasta una noche dormir en la misma cama sin que pasara nada, y pensando todo el día (y cuando digo “todo”, es casi literalmente al punto de ser insoportable) en ella y en verla y querer hablarle y en querer ver aunque sea sus fotos cuando no podía verla un tiempo y en tener un nudo permanente en el estómago y muchas veces en la garganta por esto. Y no quiero que el personaje pase por eso, porque me recuerda a lo que yo pasé, y no quiero recordar.
La vida es ahora, es lo que pasa hoy y el ayer no debería importar; pero importa. Importa porque me veo cada vez que estiro el brazo para agarrar algo, importa cuando veo fotos de ciertos momentos y/o personas, importa cuando me recriminan cómo soy en base a cómo fui, importa cuando llega la depresión por cualquier razón en cualquier momento porque se me cruzó un recuerdo enganchado con una canción, importa en todos y cada uno de los momentos que sigo viva. Pero tengo que aceptarlo: yo soy yo, soy mi pasado, presente, y futuro, soy lo que soy y lo que mejor me sale ser.
Hacía mucho que no me enganchaba tanto con una novela, espero que en un futuro pueda separar la ficción de la realidad. Por lo menos, me inspira a escribir, cosa que no hacía hace mucho; algo es algo. A mí nadie me dio fuerza, yo le mando la mía a (el personaje de) Pedro: no estás solo, aún desde el otro lado de la tele y aunque no existas en la realidad; nadie está solo, siempre hay alguien en una situación parecida dispuesto a hacerte sentir bien, solamente hay que saber encontrarlo.
Igual que en un escenario, finges tu dolor para vivir.
Ahora que lo releo, es muy parecida a la entrada de ayer. Quizás porque fue ayer, quizás porque yo soy la misma, quizás porque quiero decir una cosa y termino diciendo otra. No me gusta repetir, pero es lo que siento y lo que me sale. Hace mucho que no escribo, aunque sea más de lo mismo, me hace bien. Al que no le guste, que cierre la pestaña.
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