Bueno, esta entrada debería haberla hecho ayer a la noche, pero dado que me obligaron a ir a la cena familiar de ayer y el almuerzo de hoy la hago ahora.
Desde el principio dije que no quería participar de la Navidad, por diversas razones; pero no me creyeron. Anoche tipo 21:30 entré en crisis y empecé a gritar para que no me obligaran a ir a una cena que me parece totalmente superficial y "careta", para usar un término cotidiano. Me acuerdo que una de las frases más fuertes que dije fue "vos me hacés ir, y esto es lo que va a pasar: la abuela me va a preguntar cuándo me mudo con él y cuando le diga la verdad ella se va a morir de la tristeza en la casa y yo me voy a tirar del balcón en ese mismo momento. Evitate eso y dejame quedarme acá"; y otra, cuando ya me habían convencido de ir al decirle a mi abuela que no me hable de "ese tema": "bueno, yo me voy a bañar porque con este pelo no salgo. Ah, y sabés qué? Porqué no viene alguien a vigilarme a la ducha, según ustedes una suicida puede estar en peligro y nunca hay que dejarla sola, no?"... Fuerte. De hecho en la ducha deberían haberme vigilado porque usé lo primero que encontré a mi alcance para destruirme: el pico de un frasco de crema en las piernas, elemento nuevo en lugar nuevo.
Me vestí bien a mi estilo: pantalón campana de vestir negro con tiradores caídos a los costados, cinturón flojo, remera con aureolas metálicas en el cuello y el corset abajo para parecer más flaca, mucha sombra azul en los ojos y un moño en el pelo. No iba a dejar que eso también me lo sacaran: si iba a ir, iba a hacerlo a mi estilo y en mi protesta.
Llegué a la cena, tarde claramente, junto con mi padre, los dos colgados: una enferma y su cuidador. No quería ver a nadie, dilaté el saludo lo más posible porque no quería estar ni hablar con nadie esa noche, simplemente quería estar en mi casa llorando y escribiendo antes de irme a dormir temprano.
En fin, llegamos y debí saludar a todos con una sonrisa bastante mal fingida.
Mi actuación fue horriblemente pésima, ni yo me la hubiera creído: era obvio que llegaba tarde y muy maquillada por una razón que nadie se atrevió a mencionar, estaba sentada retraída hablando sólo con mi primo metalero sobre música, y haciendo chistes forzados y tontos como para que los demás escucharan mi voz y dijeran "no está muerta". No quería hablar con nadie, es simple. Hasta que hubo un click.
Se me ocurrió abrir Facebook desde el móvil y me encuentro con un mensaje suyo: me había saludado para Navidad! No podía creer lo que estaba viendo, una alegría del tamaño del edificio me inundó y mi noche se volvió mucho más brillante. Habremos hablado por una hora más o menos (todo por Facebook, claro) y luego me dijo que tenía mucho sueño y quería irse a dormir. Le rogué que se quedara más tiempo, no quería perder oportunidad de hablarle, pero ya no daba más y le di permiso de irse a dormir; sin antes despedirme con un "Gracias por esta charla <3". No podía no agradecerle la alegría que estaba sintiendo, era toda suya y de nadie más!
Terminó la charla, la gente empezó a estar zombie a eso de las tres de la mañana, tipo cuatro se fueron mi abuela y mis tíos y primos, y madre y yo nos quedamos solas en lo de mis abuelos esperando que mi padre volviera de llevar a su madre a su casa para irnos a la nuestra. A las cinco recién logré apoyar mi cabeza en la almohada y morir del mundo real para pasar al de los sueños, donde la avenida de la esquina de mi casa tenía bicisenda y podía andar sin peligro. Claro que antes de cambiar de mundo le dije a mis peluches "nos habló, nos habló! Hoy nos vamos a dormir contentos" y a nuestra foto un enorme "Gracias!"
Hoy, 25 de diciembre de 2011, tuvimos el tradicional almuerzo de Navidad, esta vez en casa de mis tíos con parrilla. Llegamos y ya estaban todos: mis abuelos, los dueños de casa, y la familia del sur. No es que tenga mala relación con ellos, sino que por lo poco que nos vemos y la falta de contacto no tenemos casi nada en común. Mi prima es muy femenina en el sentido humor, ropa, amigas, salidas, etc., por lo que no la soporto demasiado; es buena mina, es divina, pero llega un momento que me satura. Con mi tía hubo una época que nos mandábamos mails casi todos los días, pero eso se fue cortando y fuimos de a poco perdiendo contacto; justo en la tarde de ayer me leí todo el libro F.I.L.O.S. y la protagonista tiene una relación muy parecida con su tía, lo que me puso mal por ella y le pedí perdón por eso. Mi tío trabaja acá y mi primo vino el año pasado a estudiar, así que con ellos tengo una relación relativamente fluida.
Comimos, charlamos, bromeamos, y demás "mos" durante toda la tarde. A decir verdad, fue una mejor experiencia de la que me hubiera imaginado para la Navidad.
El tema regalos no quiero ni tocarlo: un shampoo y acondicionador, dos bandanas, un gato para poner anillos, una caja de Bon-O-Bon para compartir con mi hermano, y un miniset para arreglarse las uñas en cualquier lado... Con el primero me están dando una señal de que debo cuidar mi pelo (más todavía?!), con el segundo demuestran que no me conocen porque no uso bandanas, con el tercero demuestran que tampoco me conocen ya que no uso anillos y hace un par de navidades me dieron uno casi igual, con el cuarto me dijeron que coma de todo sin importar la dieta, y el quinto fue el único que me hizo sonreír un poco al verlo. Ni un disco, ni un libro, ni un vale por algo que quisiera, ni un frío billete, ni siquiera un paquete de chicles de menta... You don't know me at all, people.
Y así, pasadas las nueve de la noche de este día 25, termina mi Navidad de este año.
Espero que su festejo haya sido más placentero que el mío. Feliz Navidad para los religiosos y Feliz Papá Noel para los consumistas.
Soi Princesa.Lagrima, del foro de Cielo. cuando puedas, entra, te dejo un comentario en uno de los escritos que subiste. Me gustaria hablar con vos =)
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