miércoles, 14 de noviembre de 2012

Bored Friends


Ayer me pasó algo que, si me pasó antes, no lo recuerdo. Estaba en clase, cuando de repente escucho que suena un celular. Como mi actual celular es relativamente nuevo y usado, le dejé el ringtone que tenía de su anterior dueño y no lo reconocí.  Después de un rato de estar sonando, empiezo a preguntarme si no sería mi teléfono, levanto mi mochila, y efectivamente era el mío. Lo abro, y tengo una llamada perdida de, digámosle, H. Le mando un mensaje a ver si estaba todo bien, si necesitaba que me comunique, y me contesta que estaba todo bien y nada más me mensajeaba para ver si quería ir a dar una vuelta por San Telmo. Le contesté que cuando saliera de la clase, lo llamaba para arreglar. Salgo del aula, acompaño a una chica hasta su parada, y llamo a ver qué onda: “qué hacés boloh, todo bien?”, “sí, todo tranqui, vos? Me re olvidé que hoy tenías clase! Igual saliste re temprano”, “seh, pasa que la mina se sentía mal y salimos antes. Qué contás, hacemos algo?”, “no sé, decía de ir a dar una vuelta por acá por el barrio, ir a caminar un rato. Tenés ganas?”, “sí, obvio! Ahora voy para tu casa y salimos”. Caminé unas cuadras, le toqué el timbre, pasé al baño, y salimos. (No vale la pena contar todo lo que hicimos, sino simplemente resumir que habremos caminado unas diez cuadras hasta Parque Lezama mientras me contaba detalles y curiosidades interesantes de los lugares por los que pasábamos, cosa que me encanta porque de chica no hacía estos recorridos y desde que me junto con H me entero de un montón de cosas históricas interesantísimas).

Claro que la salida no fue más que eso, una simple caminata por el barrio hasta terminar comiendo galletitas mientras esperaba mi colectivo que habrá durado una hora más o menos. Lo que cuenta es el gesto en sí. La única que vez que yo hice algo así, fue justamente con H: llamar y decirle “che, hoy estoy sola para cenar, querés venir a comer algo?” y terminar charlando con una caja de pizza y una botella de jugo Tang en el medio de la mesita; lo hice de impulsiva y aburrida que sabía que iba a estar. Y ahora, H hace lo mismo conmigo: se aburre y me llama para que hagamos algo. Esto nunca me había pasado. Quiero decir, no tener una relación así que no sea lo que se llama “romántica” o “amorosa” con alguien y hacer este tipo de cosas.
Que no se malentienda, tengo amigos y amigas a los que considero importantísimos en mi vida (a los que no necesito nombrar, si están leyendo esto saben que los menciono implícitamente)… Pero nunca nadie vivió lo suficientemente cerca, o estuvo sin nada para hacer como para llamarme e invitarme a dar una vuelta o comer algo.
Y se siente lindo sentirse y saberse amiga de alguien en estos términos.

martes, 23 de octubre de 2012

Evanescence, sin palabras


No sé cómo explicarlo, juro que no me sale decirlo coherentemente. Ella estuvo ahí: la vi, me vio, nos miramos y reímos juntas con mi bandera que me hizo sentir más Haunti que nunca .

Tocó My Immortal, ese tema que tengo grabado en mí para siempre; mi memoria se puede borrar pero eso nunca se irá. Como le puse en la carta que una amiga le entregó, sobre la partitura en mi cintura: “that part has both positive and negative meanings to me… But I like to focus on the possitive side, don’t you think? :)Y cuando empezó ese tema, en las primeras notas ya supe lo que era y una ola de emociones se apoderaron de mí. Sigo sin poder explicarlo, estuve un rato pensando en cómo describirlo, pero es totalmente indescriptible, yo y sólo yo voy a saber lo que pasó esa noche, nadie más va a poder saberlo ni entenderlo (ni siquiera yo puedo entenderlo). Te tengo en mi piel Gorda, eso jamás se olvida, ni se entiende, ni se explica: se siente.
Después, hubo muchos temas que me recordaban a muchas personas: Imaginary a mi hermana del alma, mi Sister hermosa que me ayuda a pasar el día a día y con quien ayer no podíamos parar de hablar del recital; Your Star a Belu, esa personita que con su remera me hizo conocer a los que son hoy mis amigos, la que me pidió que dibuje las banderas y como recompensa le entregó mi carta a Amy, cosas así jamás se terminan de agradecer;Weight of the World a Flor, la primera chica que aceptó que me sintiera atraída hacia ella y me hizo entender que no era nada extraño lo que sentía, porque me le declaré con ese tema; otros temas que no sé decir con exactitud, porque fueron tantos, que me hacían acordar a Él y a Mí y a todo lo que vivimos juntos y separados; y todas a Mí misma, a esa chica de 15 años que hacía locuras sin saber lo que significaban ni lo que vendría más adelante a limpiar toda esa etapa. Y lloraba, y lloro ahora al recordarlo y pensar en todos los que hicieron posible esta experiencia: mis Hauntis hermosos que me delegaron a tarea de pintar la bandera oficial del club, y en el agite en la valla me sentí más parte de ellos que nunca; a Bellz y Juan, que me acompañaron antes, durante, y después del recital con todo lo que me pasaba, y nos pasaba; a las chicas de La Plata, Dali, Nana, y Shaziro, que hicieron que la fila sea más divertida que simplemente estar sentados muchas horas sin hacer nada; y en cierta forma a mis viejos por bancarme en cada pelotudez que me mando, y aún así dejarme ir a un recital en el Día de la Madre que tan importante es para ellos; a los forros de mi trabajo que me dieron la plata para que no me pierda un recital tan importante como este; todos quedaron en mi libreta y ahora en mi blog, TODOS, porque todos ellos me ayudaron a hacer este sueño realidad.

Gracias Pepsi por traerlos, gracias Evanescence por venir, gracias a todos los que nombré ahí arriba, y sobre todo gracias a mí por mantenerme viva y haber podido vivir esto. Esta vez, prometo que no lo voy a olvidar


martes, 16 de octubre de 2012

Descargo familiar


No pensé que tuviera que volver a escribir en este blog, lo considero parte de mi antigua vida, una que intento dejar atrás de a poco. Pero no puedo dejar de escribir esto, a riesgo de parecer insensible, desagradecida, egoísta, y otros tantos adjetivos que puedan aplicarme (y seguramente tengan razón), escribo porque realmente lo necesito.

Esto le escribí hace unos minutos a mi hermana, sobre una parte de mi familia con la que no tengo la mejor relación, por decirlo de alguna manera: “osea, por un lado me molesta, MUCHO que ellos tengan toda la plata que tengan ganas por la herencia de mi tía, y mi viejo (hermano de mi tío) tenga que laburar veinte horas como ayer para poder juntar plata un año y apenas llegar a irse cinco días de vacaciones. porqué,  siendo hermanos, somos los que peor suerte tienen? el otro hermano de mi viejo también esta forrado en guita por trabajar en aerolíneas... y nada, me jode la situación económica de todos
por otro lado, me jode MUCHISIMO que uno de los hermanos de la novia (un primo mío) haya sido internado, medicado, y cuidado cuando tuvo sus kilombos mentales (el bipolar)... claro, el nene con plata dice que se va a matar y lo internan, yo digo que me voy a matar y estoy actuando, todo por no poder costear una internación y no creerme? hello!
y finalmente me molesta POR DEMAS la felicidad que tienen. son la típica familia feliz de las películas, donde resuelven sus problemas hablando, todos se quieren, y todo les sale bien en la gran casa con muchos dormitorios y un jardín con pileta... no digo que quiero eso porque vivo despotricando contra mi familia, pero estaría bueno que no me lo echen en cara, it hurts, you know? además se demuestran constante y públicamente su cariño... no, no quiero que me abraces y me pidas que te diga que te quiero! no, no quiero que me veas y me eches de cabeza a la pileta porque "es divertido", odio el agua! no, no quiero que me muestres que sos feliz!”
Todo empezó por que mi prima me dijo que se cambia la fecha de su casamiento (del que yo no tenía idea) y que tenía que avisar en mi casa, por eso en una parte dice “la novia”. No me gustan los casamientos, no me gusta la gente que voy a ver, voy a tener que fingir toda la maldita noche que somos una familia feliz frente al resto de la fiesta para simular que está todo bien y no levantar sospechas y conversaciones indeseadas; no quiero nada de eso! Y aún así, tuve que fingir hasta en una mínima conversación por internet con esa prima, que todo estaba bien porque no me quedaba otra. No quiero saber nada con este lado de la familia y me siguen metiendo en el medio.

Perdón, ya sé que esto parece obra de una típica adolescente conflictuada que está en contra de lo que le dice su familia y quiere llevarles la contra “porque sí”. Quizás quiera llevarles la contra, es cierto, pero la realidad es que desde que tengo memoria que no soporto a esa rama de la familia, y no quiero, una vez más, ser obligada socialmente a ser ficticiamente feliz por unas horas. Mi cara dirá que todo está bien, pero por dentro se me va a estar ensanchando cada segundo más el agujero que tengo desde mi antigua vida.

Al final, parece que uno nunca termina de liberarse del pasado. Lo tengo en mi piel, hay cosas que nunca voy a poder dejar ir en paz.

miércoles, 29 de agosto de 2012

Vida perdida


Perdí una parte de mi vida, así como lo escribo y se lee. No es que ya la haya olvidado, como sí olvidé tantas otras cosas que desearía recordar, pero dentro de muy poco voy a olvidarlo si no lo escribo. Así funciona mi mente: lo vivo, lo escribo y lo recuerdo; lo vivo, no lo escribo y lo olvido eventualmente.

Fueron puntualmente dos hechos que en su momento tuvieron fecha, y ahora ya no. Por qué? Porque no los anoté y no sé qué día pasaron (un hecho sí sé la fecha porque coincide con un acontecimiento de orden nacional difícil de olvidar, pero el otro fue un día más en la vida del mundo y no lo recuerdo). Hoy, ahora, miércoles 29 de agosto de 2012 a las 16:20 los recuerdo y por eso voy a poner una hoja extra en mi libreta para relatar lo que me acuerdo, aunque sin fecha, como para tener una mínima noción de lo que fueron esos días. Algo es algo, no?
Además de esos dos hechos que hoy recuerdo, porque no pasaron hace mucho, hay otra parte muchísimo más grande de mi vida que perdí por ni siquiera tener noción de mis problemas para recordar y no tener una libreta de anotaciones: mi secundario. No es que me importe recordar a mis compañeros ni mucho menos a mis profesores o mis notas; pero un viaje es algo que debería recordar, no? Tuve cuatro viajes importantes en esos cinco años: Madryn a los 14, Misiones a los 15, Tilcara a los 16, y Bariloche a los 17; y de cada uno recuerdo casi solamente las fotos que tomé, como si la memoria de la cámara y mi memoria fueran exactamente la misma. Bien que recuerdo ciertas cosas además de las fotos, pero la mayor parte del viaje se quedó en cada uno de esos lugares mientras yo estaba en el micro. Paisajes y sensaciones como esas no son olvidables, pero mi mente decidió olvidarlos.

Por eso tengo una libreta, un blog, redes sociales con historiales permanentes, entre otras cosas que me ayudan a recordar; pero hay veces que me gustaría no tener que recurrir a dispositivos externos a mi mente para ir a un determinado momento de mi vida.